La Nomofobia: El padecimiento de nuestra era.
¡Están por todos lados! ¡Es una invasión! Hoy en día el smartphone se ha convertido en el verdadero mejor amigo del hombre... sin embargo... ¿Cuándo está amistad se vuelve enfermiza? ¡Descúbrelo en esta entrada del blog!
El teléfono celular se ha convertido hoy en día, no en el gadget predilecto de la mayoría de la población sujeta a un esquema urbano, no, es mucho más… no es ni siquiera la herramienta de trabajo esencial para la ejecución de una profesión, ni una agenda social indispensable para la ejecución de todas las facetas que componen la existencia de una persona. ¡Para Nada! ¡Es mucho más! Se trata de la posesión más preciada que puede existir para un gran número de personas, que incluso ven en un teléfono celular una extensión de sí mismos, al ser éste su único portal de acceso al mundo digital y con ello a su avatar: su personalidad activa en redes sociales.
Se estima que en el mundo existen actualmente 2,600 millones de líneas activas de smartphones, esto es casi más de un tercio de la población mundial (7,600 millones de personas) con un porcentaje que representa al 35% del total de esta cifra. Pero ahí no termina la cosa, un estudio conducido por Ericsson, conocido como Mobily Report proyectó que para el 2020, las líneas activas de smartphone alcanzarán la cifra de 6,100 millones de líneas activas, superando por primera vez en la historia, el número de líneas de teléfonos inteligentes en relación al número de teléfonos celulares de tecnologías previas y dicho sea de paso, representando casi el 75% de la población estimada para entonces, de acuerdo al UN, World Population Prospects, con una cifra de 8,050 millones de personas.
Todos estos datos nos hacen pensar en la importancia que los smartphones tienen actualmente como herramientas de gestión ideológica, presentes desde los procesos más sencillos como tomar una foto, dar luz para buscar un objeto perdido o bien aprender a cocinar, organizar las finanzas personales, medir los niveles de glucosa en la sangre, llevar expedientes médicos, control de gastos y resurtido de stock para uso doméstico y comercial y hasta como instrumentos necesarios para la ejecución de las tareas más complicadas en la oficina como gestión de documentos, impresión de formatos, enlace a video-conferencias y servicios de mensajería inteligente.
No es de extrañar entonces, el surgimiento del peculiar padecimiento conocido simplemente como Nomofobia, un acrónimo para ‘No Mobile Phobia’ una afección psicosomática que se caracteriza por un agudo cuadro de ansiedad ante la posibilidad de prescindir del smartphone dentro de la rutina de una persona apegada a las múltiples funcionalidades y ventajas que su uso significa en el cotidiano. Los síntomas que acompañan a este padecimiento médico que afecta aproximadamente desde al 46% de los usuarios que admiten ‘no poder vivir sin su celular’ hasta un 07% de los usuarios de esta tecnología que pasan más de 4 horas diarias haciendo uso de éste, son un cuadro de ansiedad marcado, periodos de insomnio, dolores de cabeza y estómago, taquicardias y en última instancia un problema de autoestima e incapacidad de mantener relaciones interpersonales saludables.
En relación a los grupos de vulnerabilidad que son proclives a contraer este padecimiento se encuentran en primera instancia los adultos jóvenes de 18 a 29 años, quienes le dan un uso prioritario al smartphone, de acuerdo a un estudio de Pew Research Center para accesar en línea, mantener comunicación digital y buscar ofertas de trabajo. De igual forma, personas con un ingreso inferior a la media o pertenecientes a la clase media son más vulnerables a desarrollar una relación obsesiva con su smartphone, así como grupos raciales, donde, en el caso de Estados Unidos, un 12% de los afro americanos son dependientes de su celular, un 13% de los latinos y sólo un 4% de los caucásicos.
La obsesión ha ido en incremento, de esta forma 57% de los usuarios de smartphone admite darle un uso frecuente a su dispositivo digital mientras hace uso de transporte público, 30% mientras está en una comida o cena con otras personas, 41% mientras está en lugares de recreación como parques y playas, 54% mientras está acostado en su cama, 48% mientras camina por la calle y 32% mientras está en un gimnasio o club deportivo. Ante este panorama no es de sorprender que un 84% de los usuarios de smartphone admitan que no puede transcurrir un sólo día sin que hagan uso frecuente de su dispositivo. Pero eso no es todo, un estudio de Direct Line arrojó que un usuario promedio revisa 253 veces al día su smartphone, lo que corresponde a hacer uso de éste cada 4 minutos.
Ahora bien, si te identificas con uno o más puntos de los aquí mencionados, tal vez estés a tiempo de darte un break de smartphone, de otra manera el escenario más probable es el desarrollo de una co-dependencia que a mediano plazo puede traducirse en severos detrimentos para tu productividad laboral, tus relaciones interpersonales, pero sobretodo, para tu salud.